miércoles, 11 de febrero de 2009

Igloo


En alguna oportunidad me encontré con un joven - sí, claro y yo soy una vieja- que estaba vestido de esquimal, cosa que me pareció muy extraña en un país tropical. Resulta que acababan de robar al chico que yo creí turista, éste se dirigía a su lugar de trabajo o no no no mentira salía de él - ya no recuerdo, fue hace tanto tiempo-
El punto es que a mí no me preocupaba tanto lo del asalto - insensible- me llamaba más la atención su atuendo, estaba loca por saber por qué vestía así con el calor que hacía. Me atreví a preguntarle y gentilmente me dijo que, a veces en su oficina el aire acondicionado se volvía loco, a veces dejaba de funcionar y cuando limpiaban el ducto, la oficina se convertía en una especie de igloo y por ello su vestimenta algo "exagerada".
Ahora casi un año después, estoy frente al monitor y me estoy muriendo del frío. El digital marca 23º pero debe -insisto- estar descompuesto.
Me pregunto ¿Dónde estará mi esquimal? El chico siguió su camino y yo me quedé con las ganas de saber si daba besos de esquimal jajaja ¿Dónde quedaría el igloo?

3 comentarios:

Dylan Forrester dijo...

Las decisiones que no tomamos a tiempo suelen jugarnos estas pasadas para lamentarlo luego, de seguro :)

Saludos...

Anónimo dijo...

seguro no son buenos los besos de esquimal ;)

Luis Enrique Medina dijo...

Estaba chismeando en tu blog. No recordaba lo del igloo. ¡Cómo pasa el tiempo de rápido! Fue una época que recuerdo con mucho cariño y una sonrisa. Besos mi Anita, se me cuida mucho.