Un día decidieron enseñarme a volar y yo quise aprender. Los entrenamientos eran divertidos y sentí que con cada paso crecí como persona. Cometí errores sí, como todos cuando estamos en proceso de formación para un fin dado, nos equivocamos. Yo creí que estaba aprendiendo a volar, pero cada día me caía y me caía, por más que me levanté terminé cayendo una y otra vez. Creo que a nadie le gusta equivocarse y menos si sabe que hará daño a gente a quien quiere y aprecia de verdad. Estuve volando al rededor de 3 meses, pero terminé cayendo. A veces caemos por cegatos, por vendarnos los ojos sin tener razón para hacerlo..Mi instructor de vuelo, también quería aprender conmigo o mejor dicho, quería perfeccionar su técnica mientras yo aprendía. Así como Gohan le enseñó a Videl a volar, bueno así yo quise aprender, pero fui testaruda, no supe entender la metáfora y me tiré por la ventana sin paracaídas y sin el certificado de vuelo. Podrán entender que me estrellé..Sigo en área de recuperación y ni una cesta de frutas he recibido...Creo que reprobé el curso.
Simplemente escribo lo que pienso y muchas veces no pienso lo que escribo, así soy y así es este blog...Simplemente descargo lo que soy
viernes, 13 de febrero de 2009
miércoles, 11 de febrero de 2009
Igloo
En alguna oportunidad me encontré con un joven - sí, claro y yo soy una vieja- que estaba vestido de esquimal, cosa que me pareció muy extraña en un país tropical. Resulta que acababan de robar al chico que yo creí turista, éste se dirigía a su lugar de trabajo o no no no mentira salía de él - ya no recuerdo, fue hace tanto tiempo-
El punto es que a mí no me preocupaba tanto lo del asalto - insensible- me llamaba más la atención su atuendo, estaba loca por saber por qué vestía así con el calor que hacía. Me atreví a preguntarle y gentilmente me dijo que, a veces en su oficina el aire acondicionado se volvía loco, a veces dejaba de funcionar y cuando limpiaban el ducto, la oficina se convertía en una especie de igloo y por ello su vestimenta algo "exagerada".
Ahora casi un año después, estoy frente al monitor y me estoy muriendo del frío. El digital marca 23º pero debe -insisto- estar descompuesto.
Me pregunto ¿Dónde estará mi esquimal? El chico siguió su camino y yo me quedé con las ganas de saber si daba besos de esquimal jajaja ¿Dónde quedaría el igloo?
El punto es que a mí no me preocupaba tanto lo del asalto - insensible- me llamaba más la atención su atuendo, estaba loca por saber por qué vestía así con el calor que hacía. Me atreví a preguntarle y gentilmente me dijo que, a veces en su oficina el aire acondicionado se volvía loco, a veces dejaba de funcionar y cuando limpiaban el ducto, la oficina se convertía en una especie de igloo y por ello su vestimenta algo "exagerada".
Ahora casi un año después, estoy frente al monitor y me estoy muriendo del frío. El digital marca 23º pero debe -insisto- estar descompuesto.
Me pregunto ¿Dónde estará mi esquimal? El chico siguió su camino y yo me quedé con las ganas de saber si daba besos de esquimal jajaja ¿Dónde quedaría el igloo?
viernes, 6 de febrero de 2009
Puro ¿Quién? Humanos ¡Todos!
¿Qué importa si somos negros o blancos?
¿Si nos cortan, no tenemos la sangre roja al igual que la lengua?
¿La mayoría no tenemos pies, manos, ojos, boca?
¿Somos blancos y qué? ¿Somos negros y qué pasa?
Nuestra "raza", credo-religión, ideología, color de piel, no nos hace más o menos humanos que otras personas.
Somos blancos, negros, pardos, muchos nacemos amarillos y vamos cambiando de tono.
Puro ¿Quién?
Recapacitemos y aprendamos a valorar a las personas, no por su piel o su dinero.
Valoremos por lo que vale (valga la redundancia) cada uno como ser humano.
Recordemos que siempre seremos humanos y podremos equivocarnos, pero si rectificamos, demostraremos que podemos ser sabios
¿Si nos cortan, no tenemos la sangre roja al igual que la lengua?
¿La mayoría no tenemos pies, manos, ojos, boca?
¿Somos blancos y qué? ¿Somos negros y qué pasa?
Nuestra "raza", credo-religión, ideología, color de piel, no nos hace más o menos humanos que otras personas.
Somos blancos, negros, pardos, muchos nacemos amarillos y vamos cambiando de tono.
Puro ¿Quién?
Recapacitemos y aprendamos a valorar a las personas, no por su piel o su dinero.
Valoremos por lo que vale (valga la redundancia) cada uno como ser humano.
Recordemos que siempre seremos humanos y podremos equivocarnos, pero si rectificamos, demostraremos que podemos ser sabios
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